Nuestro Fondo Rotatorio de la Policía está en manos de personas íntegras, con principios y valores que han permitido que la Entidad cumpla sus 64 años.
Todos hemos pasado dificultades, por diferentes causas, pero es en esos momentos que más hemos valorado cuando encontramos una mano amiga o una voz de aliento que nos da su apoyo y fortaleza. No necesitamos grandes cantidades de dinero para ayudar, sólo se requiere de un espíritu solidario con los demás, es lo que da un propósito a nuestra vida: la fe sin obras está muerta.
Esta campaña de ayudar, especialmente a los niños, fortalece nuestro espíritu, nos permite reflexionar sobre lo afortunados que somos por contar con una familia, un empleo, con el apoyo de nuestra Entidad basada en la filosofía del servicio con probidad, nos brinda mesura frente a la ambición, la envidia y otros aspectos negativos que no debemos permitir que nos causen daño, lastimen nuestra familia y a nuestro FORPO.
Es lo espiritual lo que nos permite crecer, lo que nos lleva más allá de lo biológico para ser realmente solidarios con base en la fortaleza de los principios y valores, precisamente lo material es pasajero como nuestra juventud: son nuestras huellas al ayudar lo que nos permite ir más allá del camino y trascender.
